Adriana Domínguez
Presidenta Ejecutiva de Adolfo Domínguez
Las empresas navegamos a diario mares macroeconómicos a los que debemos adaptarnos para sobrevivir. El mundo hoy es volátil. Nosotros llevamos tiempo navegando con mar en contra, así que hemos normalizado la agilidad del cambio constante.
Hace siete años, decidimos que, para ser ágiles, era importante tener bien hundidas las raíces. Esa importancia reside en saber quiénes somos en este mar de ofertas y competidores y cuál es nuestra diferencia a los ojos del cliente. De esta manera, como empresa de moda, dialogamos con la sociedad. Intuimos y reflejamos los cambios que hay en nuestra forma colectiva de sentir y vivir el mundo. Las nuevas generaciones aportan hoy reflexiones acerca de la identidad, la diversidad, el propósito… En definitiva, qué hacer con tu vida y dónde se ubica el deseo.
Lo bonito de Adolfo Domínguez es que siempre hemos habitado el diálogo de aquello que transciende. Creemos en las grandes verdades de todos los tiempos. Creemos en lo atemporal. «Sé más viejo» es el eslogan de una serie de campañas que nacen de una reflexión profunda sobre qué es Adolfo Domínguez y qué queremos ser. Cuando analizamos cuál fue nuestro mejor momento como marca, volvimos a los años 80, a «La arruga es bella» y lo que significó para un país que salía de cuarenta años de dictadura. La arruga reivindicaba ver la belleza y el estatus a través de códigos diferentes.
Sabíamos que, si queríamos significar algo hoy, teníamos que reflexionar sobre lo que importa en la actualidad. Eso, para nosotros, es la sostenibilidad. Creemos en aprender a producir mejor, en acompañar a nuestro cliente a consumir mejor. Se ha normalizado comprar una prenda y que pierda su color con rapidez, que se descosa tras un par de usos o que un jersey nuevo se convierta en ropa de andar por casa en tan solo una temporada. Creemos que debemos recordar lo que nuestros viejos ya saben: el sentido común de apostar por aquello que está pensado para durar. Que tus prendas favoritas puedan estar mucho tiempo en tu armario.
Cuando analizamos cuál fue nuestro mejor momento como marca, volvimos a los años 80, a «La arruga es bella» y lo que significó para un país que salía de cuarenta años de dictadura. La arruga reivindicaba ver la belleza y el estatus a través de códigos diferentes.
Por otro lado, nos apasiona el futuro y sus posibilidades. Las nuevas tecnologías que asoman. Nos gusta estrenar proyectos como ADN RENT, que da la posibilidad de alquilar la ropa. Sobre todo, para que los jóvenes exploren y prueben cosas nuevas sin tener que poseerlas.
La belleza de la circularidad. La sostenibilidad de compartir. También nos entusiasma tener un proyecto innovador como ADN BOX. Es una caja sorpresa que tú no has elegido y que llega a la puerta de tu casa. Podemos adivinar lo que mejor va a funcionar en tu armario, a través de una mezcla de inteligencia artificial y personal shoppers. Es una propuesta para acertar más y equivocarse menos. El sentido común se había convertido en una rareza en el mundo de la moda. «Sé más viejo» es nuestra forma de modernizarlo.